Ángela: lengua cuento modernizado

Los tres cerditos

Había una vez tres cerditos  amigos desde la infancia que decidieron abrir  juntos un negocio. Se les ocurrió hacer una terraza Chill Out. Al no ponerse de acuerdo en sus decisiones, el más trabajador quiso empezar por su cuenta y quiso montar su propio negocio al lado de sus amigos. En cambio, a los otros dos cerditos no les apetecía empezar, porque estaban terminando de colgar en su muro la invitación para la apertura de su local. De este modo, mientras el cerdito más trabajador ya tenía el trabajo hecho, los cerditos perezosos, todavía  no habían empezado.

Cuando  éstos decidieron comenzar, ya era demasiado tarde y de un modo u otro ya no tenían tiempo de hacer bien su trabajo. Así que decidieron hacer una terraza con materiales de desecho. Tan deprisa lo hicieron todo que dejaron  el trabajo a medias  y al hacerlo con unos materiales tan endebles, la construcción era un poco vulnerable. La inauguración era inminente y ya no había tiempo de terminar la obra.

Los dos cerditos perezosos muy felices por su trabajo inauguraron finalmente el local. El mismo día de la apertura el negocio fue un éxito. Después de tanta felicidad y un lleno total , ni se podían imaginar lo que les ocurriría después.

Ya a punto de cerrar y muy cansados los cerditos después de un día tan ajetreado, se oyó a lo lejos un gran estruendo y un gran vendaval empezó a silbar ,moviendo puertas y ventanas. El agua empezó a destrozar todos los muros hechos de cartón, el techo hecho de botellas de plástico , el suelo hecho de hueveras…Todos asustados y sin saber dónde meterse corrieron hacia local del cerdito trabajador, que gracias a su tesón y esfuerzo había realizado una construcción fuerte y resistente a todo tipo de inclemencias.

Allí todos refugiados de la gran tormenta  empezaron a comentar el mal trabajo realizado por los cerditos perezosos y lo fácil que hubiera sido dividir la tarea entre los tres amigos. Los pobres cerditos abochornados no tuvieron más remedio que acatar los comentarios de sus clientes.

Aún así, el cerdito trabajador les dio la oportunidad de trabajar con él ,con la condición de que de ahora en adelante nunca más remolonearan ante el trabajo . Esto les sirvió de gran lección.